El Matadero Municipal fue objeto de un gravísimo y curioso robo agravado de 32 reses albergadas en custodia en esa repartición de la alcaldía tras ser decomisadas por el SENASAG por sospecha de contrabando de reses argentinas. Nadie impidió el aparatoso robo y afortunadamente las vacas fueron detectadas en una quebrada seca ubicada a un kilómetro y medio del matadero.